La clave para reducir el riesgo de contaminación cruzada en tu clínica o consultorio odontológico de forma práctica y segura.
Esta es una inquietud frecuente entre el personal que labora en un servicio de odontología y una preocupación real para tus pacientes, pues es conocido por la población en general que en los procedimientos odontológicos se forman aerosoles que contienen bacterias patógenas las cuales se diseminan en el ambiente, generando un alto riesgo de infección.
Es por esto que, se deben implementar estrategias que permitan la eliminación de los microorganismos que puedan ocasionar una infección cruzada a tus pacientes y favorecer un ambiente de trabajo limpio.
El mercado está lleno de productos para limpieza y desinfección, pero ¿cuál es el adecuado para para cada caso?
¿Debo limpiar y desinfectar o esterilizar?
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Como odontóloga con más de 25 años de experiencia en el área clínica y administrativa, conozco los retos de la consulta en el día a día, por eso tengo claro que todo lo que sea práctico y sencillo tiene mayor posibilidad de ser implementado exitosamente.
Amo compartir mi conocimiento y experiencia, pues creo firmemente que entre todos podemos hacer una mejor práctica odontológica.
Es por esto que, desde hace algunos años me dedico a ayudar a odontólogos y clínicas dentales a implementar procesos seguros con el fin de reducir el riesgo de multas, demandas o sanciones.
Con base en mi experiencia, puedo decirte que uno de los principales retos en la consulta odontológica es brindar una atención limpia y segura.
Es por esto que he elaborado esta guía, con la intención de brindarte una herramienta que te permita facilitar la toma de decisiones para realizar el proceso de limpieza, desinfección o esterilización, según aplique, de forma adecuada y que puedas brindar un entorno limpio y seguro a tus pacientes, lo que se traduce en reducir el riesgo de enfrentar eventos adversos asociados a procesos infecciosos.